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NADIE SE MERECE ESTO...

Crítica sobre la clase de Ética

Algunos piensan que la Ética no es una asignatura importante pero desde mi punto de vista es interesante porque nos hace reflexionar  sobre diferentes aspectos de la vida. Además las clases de Ética no son como las del resto de asignaturas, la forma de explicar del profesor las hace diferentes a las demás.

En primer lugar la actitud del profesor despierta curiosidad por la asignatura donde siempre está presente el respeto hacia el mismo. Dicho respeto hacia el profesorado se ha ido perdiendo durante los últimos años, lo cual es triste porque el respeto estimula un ambiente adecuado para la enseñanza.

A pesar de que solo tenemos Ética una vez a la semana, esa hora se aprovecha al máximo. El profesor hace que las clases sean amenas porque además de enseñarnos temas relacionados con la asignatura, aprendemos muchas otras cosas de cultura general.  Por otro lado la forma de explicar me parece inteligente porque nos pone ejemplos prácticos sobre cada uno de los temas que tratamos, lo que facilita la comprensión y el estudio. Por todas estas razones pienso que deberíamos tener más horas semanales de esta asignatura.

Otra de las cosas que hace entretenidas las clases son algunos comentarios graciosos del profesor y las respuestas ridículas de los alumnos las cuales demuestran la poca cultura general que tenemos.

Una plataforma que ha despertado mi curiosidad es el uso del blog ya que es la primera vez que utilizo esta herramienta para expresar mis ideas y me parece una buena forma de poder subir nota a la vez que compartes conocimientos.

Por último me gustaría añadir que estoy en contra de la abolición de  esta interesante asignatura de 4ºESO. 

LA FELICIDAD

La felicidad es una de las tantas emociones que experimentamos los seres humanos en esta vida y está asociada con una sensación de plenitud. A veces logramos alcanzarla y otras veces fracasamos en el intento.

Considero que es un término difícil de definir porque varía de persona a persona, es algo subjetivo ya que cada individuo tiene un concepto distinto de ella. Además varía dentro del mismo sujeto con el tiempo. Somos seres en constante evolución por lo que es normal que nuestros gustos cambien y lo que un día nos hacía felices después de un tiempo puede que ya no lo haga.

Un ejemplo de felicidad personal se puede apreciar comparando a dos personas. Una de ellas es dichosa siendo millonaria y para la otra el hecho de tener mucho dinero no es importante. Sin embargo, aspirara a encontrar el amor de su vida.

 Otro ejemplo antagónico del concepto personal de felicidad lo encontramos comparando a dos personas con un mismo oficio. A una persona le gusta mucho su profesión por lo que se siente completa desempeñando su trabajo mientras que la otra persona hace el mismo oficio simplemente por obligación.

De aquí podemos extraer la inexistencia de una norma básica para alcanzar la felicidad, cada uno debe guiarse por sus instintos y no verse influido por las convenciones sociales ni por la opinión de otra persona ya sea por temor a las represalias de nuestras propias decisiones o por complacer a dicha persona.

De acuerdo a lo anterior se puede afirmar que no existe una felicidad auténtica. Algunas personas son felices de acuerdo a las enseñanzas  que han adquirido desde pequeños pero otras personas ajenas se pueden plantear si dicha felicidad es auténtica o falsa, apareciendo así el problema de la felicidad.

La generosidad

Esta historia tiene lugar en un pasado no muy lejano y los protagonistas son un padre y su hijo adolescente de dieciocho años.  El hijo era un mal estudiante y estaba siempre de fiesta, esto le molestaba mucho a su padre. Apenas se veían y las pocas veces que lo hacían solo discutían.

Un día, el hijo cansado de la situación, decide irse de casa y no volver a saber nada más de su padre.  Pasaron los años y ninguno de los dos daba su brazo a torcer para volver a encontrarse hasta que un día el hijo, conmovido por sus recuerdos y arrepentido, decide buscar a su padre y reencontrarse con él para pedirle perdón.

Cuando por fin consigue encontrarlo, queda con él  y ambos se cuentan que ha sido  de sus vidas durante estos años. El padre le confiesa que necesita un riñón para vivir  y que dado a su edad no le ponen en las listas de trasplantes. Entonces, el hijo se va a su casa llorando porque no sabe qué hacer y al día siguiente le dice a su padre que le dará uno de sus riñones para que pueda vivir aunque el padre, después de todo lo ocurrido en el pasado, no se lo cree.

Pasados unos días, se encuentran los dos en el hospital y se piden perdón por todo lo malo que habían hecho  en el pasado. Tras la operación, padre e hijo se van a vivir juntos para recuperar el tiempo perdido durante tantos años.

El valor moral que aparece es la generosidad. Después de todo lo ocurrido entre ellos, ambos consiguen dejar a un lado sus diferencias, se reconcilian y el hijo le dona a su padre el riñón que necesita para vivir.

Costumbres y tradiciones

Todas las sociedades tienen sus propias costumbres y tradiciones que se han ido transmitiendo a lo largo de los años de generación en generación. Esto tiene que ver con la moral de las personas cuyo significado es, entre otros, el conjunto de usos y costumbres  que identifican a dicha sociedad la cual las considera como buenas y correctas.

Dichas costumbres son apropiadas para los miembros de su sociedad pero para otras comunidades de personas algunas pueden ser consideradas como inmorales ya que son crueles e incluso atentan contra la vida tanto de seres humanos como de animales.

Por ejemplo, en Marruecos donde las mujeres no tienen derechos y se consideran inferiores a los hombres, hay una ley por la cual los violadores cumplen su condena casándose con la mujer que han violado para mostrar su arrepentimiento. Algunas mujeres se suicidan porque no quieren casarse con dicho hombre. He aquí un atentado contra la vida humana.

Otro ejemplo, en este caso de maltrato animal, son las corridas de toros en las que la gente se divierte a costa del sufrimiento reiterado y finalmente, la muerte del animal.

¿Por qué hemos de respetar todas las costumbres si ellas mismas infringen un daño sobre su propia sociedad?

Es por esto que estoy en desacuerdo con algunas costumbres las cuales, bajo mi punto de vista, son totalmente incorrectas. Pero ello no quita que existan otras muchas que son buenas y por lo tanto, dignas de ser respetadas.

En conclusión, las naciones deberían replantearse la posibilidad de cambiar o hacer desaparecer ciertas tradiciones consideradas como violentas.